Y he empezado por mi cuarto... ¡le tenía unas ganas! Era viejo, anticuado, triste, aburrido (es mi cuarto lo que describo, no os equivoquéis, je, je, je) Cambio con pintura, ilusión, tiempo y mucho amor.
Este es el resultado, aunque aún quedan algunos detalles; como en nuestras casitas, nunca se acaba del todo ¿no?
A ver si os gusta.
Al vestidor le queda por cambiar las cortinas y pintar el mueble del fondo, pero ya es más luminoso sólo con pintar los armarios, ¿verdad?
Un último detalle, la bonita carta que me escribió mi hija: merecía un sitio especial... y ahí lo tiene.
Fantastica ¡¡¡¡¡...un besin ¡¡¡
ResponderEliminarMe gusta mucho el cambio, la has dejado moderna y preciosa, esa lampara negra la tiene mi hija en su casa, parece mentira como pintando unos muebles y cambiando detalles puede dar semejamte cambio e iluminar nuestras vidas con ilusiones.
ResponderEliminarLo del escrito de tu hija me ha llegado al alma, estará super orgullosa de su mami como tu lo estás de ella.
Un abrazo
y felicidades por tu trabajo y tu cambio, eso significa buenos cambios en tu vida.
No había visto esta entrada... felicitaciones, has conseguido un lavado de cara MUY POSITIVO !!! enmarcar la carta una idea muy tierna. Besos Mariajo
ResponderEliminarGracias de corazón, Elisa, Maite, Mariajo... Me alegra que os guste. Ha sido también una renovación interior, ya sabéis, así que ha sido un placer poder volver a compartirlo con vosotras
ResponderEliminar¡Un besazo!